miércoles, 20 de julio de 2016
PAÑUELO DE LÁGRIMAS DE COCODRILO
viernes, 15 de julio de 2016
Días de furia
Sin lugar a dudas hoy es uno de esos días de furia.
Si me atropellara un coche no me extrañaría.
Soy una fuente de inagotable de energía, un faro de carga y descarga. Si alguien me tocara, no me parecería raro que se electrocutara o se quemara.
Siento que podría correr una maratón a toda velocidad hasta que los pulmones se me saliesen por la boca. Hasta que me sangrara la nariz. Hasta que me lloran los ojos de extenuación.
Siento que este poder metamorfoseante en ocasiones puede terminar haciendo que me lastime a mi misma. Pero es algo incontrolable y va desde siempre con mi yo. Siento que soy una vaca que gime de dolor para que la ordeñen. Soy una pantera en una jaula de 2x2. Un tiburón en un acuario. Un halcón atado con cadenas.
Trataré de encontrar la manera de reducir la ira y la furia. Intentaré hallar una canalización de tensión sin hacerme daño a mi misma y no hacer daño a nadie más. Pero por lo que más quieras, no me digas que me calme.
viernes, 17 de junio de 2016
Dime cómo calzas...
De las primeras cosas que me impactaron sobre la gente al cruzar el charco fueron los zapatos que utilizan las mujeres aquí. Lejos espacialmente y ya puestos estilisticamente del estilo europeo que admiran y sorprenden cuando les dices que vienes de allí, es que calzan unos tremendos armatostes que más bien parece que caminan sobre ladrillos.
Aquí se usa la PLATAFORMA. Y cuanto más grande mejor. Y cuanto más delgada es la pierna que las precede, más mejor aún.
Las chicas jóvenes y no tan jóvenes se atavian como muñecas BRATZ! Sí, esas tan denunciadas por las asociaciones de padres y consumidores porque inducían a todo lo negativo: la promiscuidad, la anorexia, la vulgaridad...
Cuan diferente es el mundo desde los ojos de quien observa.
Aquí es belleza y estilo esos atuendos medio góticos, de pantalones ultra slim, colores oscuros, gargantillas, abalorios a mansalva y mucho pintalabios negro, morado, granate...
Lejos del chic francés, de los colores pastel, de la fragilidad y la inocencia que siempre mueve en algún punto las colecciones del viejo continente. Intento a duras penas mezclarme entre la marabunta de Buenos Aires con mi escueto armario, imperturbable con el paso de los años en mi forma de vestir básica, frugal y con un toque rock.
No sé si está muy extendido el uso del adjetivo "GRUNGE" aquí, pero para que se lo aprendan, aquí la más grunge soy YO. Que me vine hace 7 meses cargada con cuatro cosas de verano y ya a punto de entrar al invierno no me he saltado el protocolo bajo ningún plan o circunstancia. Para que aprendan. Y no, no me subo a esos zapatones ni muerta, ya no solo porque mediría 1,90 . Sino porque yo no soy ni una muñeca (Bratz).
miércoles, 1 de junio de 2016
Desorientación Espacio-Temporal en Av.Rivadavia
lunes, 2 de mayo de 2016
Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder
Cuando no tienes dinero no puedes dejar de pensar en él ni un momento, de verlo en todas partes y sobre todo de desear cosas que cuando tienes, aunque sea un poco, las adquieres sin ningún remordimiento.
Te pones unos objetivos muy bajos de adquisición de necesidades básicas. Está lista ha menguado considerablemente, porque cuando antes pensabas que precisabas de ciertos objetos, cuando no tienes ni un chavo sabes que en realidad puedes vivir con menos aún.
Ves algunos artículos como bienes de lujo para personas bien remuneradas, como acondicionador de pelo, aceite de oliva, especias, servilletas o gel de baño. Sacas tremendo partido al champú, al aceite de girasol, a la sal y al ajo o al papel de cocina. Como dice el refrá, "el hambre agudiza el ingenio"; y aunque de esto último no sufrimos, quédense tranquilos, desarrollas una maravillosa capacidad de estar de buen humor y de reírte de ti mismo, de superarte y no dejar que nada te supere, porque sabes que si estas donde estás porque quieres y tienes la absoluta certeza de que es algo momentáneo, que simplemente te está curtiendo. Estás aprendiendo en qué consiste de verdad la vida cuando no es fácil. Querías comprobar de qué se trataba y decirlo convencidamente, pues ya puedes hacerlo, que nadie te diga, "¿ y qué sabrás tú?"
miércoles, 27 de enero de 2016
El viaje dentro del viaje. Primera parte: Buenos Aires
Hace ya unas cuantas semanas que decidimos aprovechar el mes de Enero para viajar lo máximo posible por Sudamérica. Es un mes que en comparación con España, podríamos decir que estamos en Agosto, por lo que no es un buen momento para buscar trabajo.
En estos momentos hemos avanzado tanto en el viaje, que nos encontramos en el Lago Titicaca de Bolivia, pero me resultaría imposible resumirlo tanto, así que iré por capítulos. Nunca se me dio muy bien contextualizar, siempre tenía que pedir un folio más en un examen. Vamos, que me enrollo como las persianas.
Así que después abandonar Rosario, tras pasar allí un par de calurosas semanas, llegamos por fin a mi ansiada Buenos Aires, que cumplió absolutamente todas las expectativas. Encontré la ciudad como la imaginé: cálida, extensa, divertida, artística, caótica, egocéntrica, charlatana y muy embaucadora. Creo que sus porteños son los perfectos embajadores, pues con su personalidad representan muy verazmente cómo es su capital.
Recorrerse "Baires" a pie no es fácil, pero puedo marcarme esa proeza, así es como mejor se conoce una ciudad, caminando y perdiéndose en ella. Conocimos prácticamente todo: Palermo y su encanto europeo, parece que estas de repente en el centro de malasaña, mezclado con una ciudad italiana o incluso con Berlín; conocimos el canalla barrio de San Telmo y su mercado dominguero que lo recorre entero; llegamos hasta Boca para ver el estadio y Caballito, que parece una ciudad dentro de otra por casualidad; anduvimos toda la zona centro, que como en cualquier otra gran capital, la envuelven montones de teatros, restaurantes, turistas y Happy Hours en cada esquina; paseamos por los bosques de Palermo, unos jardines tan grandes como 3 veces el parque del Retiro, así que ya sé por dónde voy a salir a correr.
Aún me queda mucho por recorrer y sobre todo por conocer, pues algunas ciudades como esta o como Madrid, nunca terminan de explorarse del todo, pasa como con una mujer escorpio, son misteriosas hasta el final, guardan siempre un puntito de picardía para no perder el interés.
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